NUEVA YORK.- El empresario y activista dominicano Rafael Mota Paulino acusó al gobierno de Luis Abinader y al Partido Revolucionario Moderno (PRM) de encubrir a funcionarios corruptos, narcotráficantes y delincuentes.
«Los perremeístas se jactan de que su gobierno es honesto y transparente. Nada más divorciado de la verdad. Lo que tenemos los dominicanos es un presidente que encubre a delincuentes y un ministerio público que solo persigue y desacredita a exfuncionarios y dirigentes de la oposición», afirmó.
Agregó que «ese ministerio público solo ha sido eficiente para acusar, perseguir y desacreditar a opositores políticos, con un aparataje nunca antes visto en la República Dominicana. No ha logrado una sola condena ni ha recuperado un solo peso de lo que supuestamente esa gente robó al Estado».
ENCUBRE A LADRONES
«Es un ministerio público que encubre a ladrones, militares corruptos, funcionarios y dirigentes del partido oficialista», subrayó el también comunicador.
Recordó que «hace poco se destapó un escándalo que involucra a policías y militares de altos rangos en el robo de armas y municiones que vendían a delincuentes haitianos y dominicanos. Pero, a pesar de la magnitud de ese hecho, el gobierno y el ministerio público ocultan las identidades de los implicados. Encubrir a delincuentes te hace cómplice de sus fechorías, por lo que advertimos que estamos gobernados por una mafia».
POLITICOS, MILITARES Y POLICIAS
Advirtió que «la corrupción en República Dominicana está tan entretejida con el narcotráfico que no hay forma de perseguir a los narcotraficantes sin tocar a los políticos, militares y policías que los apoyan».
«Por eso esas mafias han extendido su influencia, operan abiertamente e imponen su voluntad sobre los gobiernos», declaró Mota Paulino en el programa Pasaporte Dominicano, que se transmite por Visión Global.
Indicó que «el ministerio público ha sido renuente a indagar en el involucramiento de las bandas criminales en la política electoral, a pesar de que se han convertido en una de las fuentes principales de financiamiento de las campañas de los partidos tradicionales».